Pretendo exponer mis criterios sobre estos conceptos de acosos sexuales y los llamados delitos de género, tan en boga en estos tiempos, y con tan gravísimas situaciones como provocan y por otro lado tan desvirtuadas de su significado en algunas otras ocasiones.
El respeto y aprecio a la mujer estaba en su máxima cota, a mediados del siglo XX, no quita que se produjera algún caso aislado, pero no con la proliferación que ahora suceden todos esos hechos. Y no solo los que suceden, sino los que previamente se evitan denunciándolos o ni siquiera se denuncian. En el criminal hecho de la muerte de una mujer a manos de su marido, novio o pareja, es algo a lo que no se puede uno acostumbrar, siempre es detestable y la abundancia de casos intolerable, ¿por qué ocurren? No hay explicación razonable, pero que en aquellos tiempos a los que me refiero no sucedían con la proliferación de ahora. La denuncia justificadísima y censura de ahora a estos hechos que señalo, hacen que se desearía que acabasen por la educación y el respeto que merece la mujer, entrasen en las mentes de quienes los cometen y no sucedan más.
En el caso de la violación sexual, siempre reprochable si se consigue con la oposición de la mujer que la sufre, sí quiero considerar, que en aquella época era normal la oposición de la mujer aceptar, incluso la relación que dicen ahora voluntaria y la no pretensión del varón a pedirla. El respeto que se tenía a la mujer que por su parte valoraba adecuadamente su virginidad, por la educación recibida de todo ser humano a la cultura de la honestidad y la virtud. Valores que hoy ni se contemplan ni se aprecian. Daban como resultado la casi inexistencia de esa lacra, hoy día tan frecuente.
Esto choca en la actualidad, con la normalidad entre la juventud, para que el uso del sexo voluntario entre parejas se haga con escasa o nula limitación. Por eso no se censura y se admita como normal. Y para más facilidad, ante la consecuencia de provocarse un embarazo no deseado, llegó la propuesta de ciertos ideólogos, bien aceptado por muchos jóvenes, de evitar el problema con el remedio del “aborto”. Solución que entonces no se contemplaba. Caso de ocurrir, el remedio estaba en un matrimonio precipitado con el partenaire fuera o no del agrado de la chica y obligado por la familia.
Siendo así, y que la valoración de la castidad se ha perdido, hay individuos con conceptos equivocados que interpretan que no existen límites de prohibición a esos actos, que la persona y en especial la mujer tiene que hacerlos respetar. Su desconocimiento les lleva a realizar violaciones que tienen que ser castigadas como son ¡delitos!. Este es un terreno en el que no se solía andar en aquellos viejos tiempos del siglo pasado.
Sí me refiero al “acoso sexual”, aquí ya se pueden contemplar otros comportamientos mas cuestionables y mas diferenciados con lo que entonces se practicaba. El acoso expresado en tocamientos más o menos descarados, proposiciones “deshonestas”, forzamiento a una relación sexual si el proponente es de superior estatus, en estos casos deben ser censurados y en su caso castigados. Pero lo que a mí me parece ser una moda actual, es la de denunciar hechos producidos hace decenas de años y que fueron hechos por personajes famosos, siendo poco explícitas al referirse a ellos, con solo decir que “me tocó el culo” u otra parte del cuerpo y no se manifieste la intencionalidad de tal acción, o la de “me tocaba el pelo”, – como he oído a alguna acusadora-, pone muy en cuestión, de ¿qué se está diciendo?, ya que en esto no existen pruebas de la intencionalidad del acosador y solo se da por válido lo que la presunta acosada dice. Y aun que sean las menos, es evidente que existen quienes pretenden sacar ventaja, ante un divorcio o similar en el juzgado en que se tramita. O la de condicionar a un famoso, artista, político, acaudalado personaje, etc. Ya que no se muestran esas denuncias contra personas de nivel económico o condición social bajo. No creo que la pulcritud de estos hombres humildes sean mas recomendables y ejemplares. Sobre todo teniendo en cuenta que en todos estos casos conlleva con la condena al acosador la obligación de “indemnizar por el abuso cometido”, por eso la importancia de su solvencia económica, lo que le da particular interés. Eso aun cuando el hecho denunciado sea de hace varios años.
A estos casos es a los que he de comparar, los hechos que entonces sucedían. Para empezar diré que nunca se llamó “acoso”, se decía: “magreo”. Palabra esta que la RAE muy bien define en su diccionario así: “relaciones sexuales consistentes en caricias íntimas sin llegar a ningún tipo de penetración…” Se practicaba habitualmente bailando, dado que entonces el baile era “agarrao” o como diría Sergio Dalma, ”bailar pegaos”, sin que el varón o la mujer lo considerasen despreciable, y si la mujer lo estimaba improcedente, existía la forma de impedirlo, cruzaba el brazo izquierdo la mujer por delante del pecho del hombre y la separación era admitida por los dos de inmediato, se resolvía el tema sin más cuestionamiento y aceptado, sin que ninguno viera en ello nada de ofensa, diría que “inocentemente” ¿¿Por qué ahora se hace tanto alarde de “daño moral” ante estos hechos??
¿Por qué ahora se hace o dice con agresión hacia la mujer y entonces se admitía de inmediato lo que la mujer exigiera?, sin alardes ni necesidad de imposiciones, repetiré aquí que de manera “inocente”. La cosa no pasaba a más.
Yo creo que el feminismo de ahora y las relaciones sexuales, a las que se les ha dado una tolerancia infinita entre ambos géneros, no pueden o no es fácil frenar en seco con la permisibilidad que antes se le ha dado y son las feministas las que han puesto condiciones de imponerse desde posiciones arbitrarias y dominantes, y eso falla. Yo creo que la mujer debe ser respetada su voluntad en todo momento, es dueña de sus deseos o tolerancias, pero no es fácil decidir, ahora sí, ahora no. En los tiempos a los que me refiero siempre era ¡¡NO!!, y lo más posible era insinuar un avance hasta donde se le permitiera, y ¡nunca! en los límites a los que ahora se llega, de una relación sexual completa y tolerada. Yo creo que todo sucede por esa permisibilidad, o tolerancia de un momento y la negativa radical de otro, a ello unido que hay elementos, -hombres sin conciencia social- que niegan el respeto que a la mujer se le debe dar, de que su voluntad prevalezca sobre todos los demás elementos y estos deben estar subyugados a este su deseo o aceptación.
Quisiera ver en mi corto futuro la eliminación de esta lacra social que tanto daño y sufrimiento hace.

Francisco Delgado Sahagún

Comments
  • anamaria1914@hotmail.es'
    Ana Maria
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    Paco¡¡¡ aquí estoy de nuevo:
    …Ayyyyyyyy¡¡¡¡ feminismo, el mal que ha echo, hace…..y, hará¡¡¡¡…….BUENA EDUCACION DESDE LOS HOGARES Y LAS ESCUELAS ES LO QUE HACE FALTA¡¡¡
    …Cambios de enseñanza¡¡¡ totales¡¡¡….padres con ganas de tener hijos de verdad….no pensar que tenerlos es un juego…NO¡¡¡ un hijo, es para toda la vida¡¡…..tanta libertad a los 12 años, no es buena……se pongan como se pongan….los hijos tienen que ser educados, pero…para esto, …los padres, aún tienen que ser más educados…..es importante dar la educación a los hijos,……hoy en día, no todos los padres saben serlo…..que va¡¡¡…..se tiene hijos por tenerlos, pero…….nada consciente del porque se tienen, como se tienen que tener y educar, transmitiendo verdadero cariño, educación, y,,,,,,,sobre todo respeto…..

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