Hasta aquí, la prudencia, el riesgo y el temor a represalias me impedían de seguir adelante con aquella información, expuesta  en este mismo apartado en los nºs 10, 11 y 12, conviene recordarlos.

Ya he rebasado por mi edad esos riesgos y temores, además de tener una  acumulación de documentos y pruebas que serían contundentes para una posible demostración  de la verdad, en caso de una demanda por falsedad. Me duele que pronto puedan ir todos esos documentos a la recicla-papelera.

Todo lo que relato en los referidos escritos, se inició en 1985, fue todo muy sorprendente,  e insólito como lo califiqué.  A raíz de una denuncia contra mí  falsa y malintencionada,  me dirigí al Ministerio de Obras Públicas, exponiendo el atropello que se estaba cometiendo conmigo, siendo que yo actuaba siguiendo las directrices que me daba en un ¡escrito! la más alta autoridad del Organismo en el que trabajaba, para controlar los riegos en el río Esla.  En aquellas fechas quien dirigía dicho ministerio era, D. Javier Sáenz de Cosculluela, del Gobierno del PSOE.

Inmediatamente se presentaron en León dos inspectores de dicho Ministerio, para comprobar los hechos, muy graves, a los que yo hacía referencia, y que mostraban la “corrupción” que había y  a la que ahora estamos más habituados a ver. Entonces no se denunciaban y al hacerlo yo, resultaba muy extraño, siendo además desde dentro del servicio.

Al día siguiente recorrimos varios puntos de la provincia, con el coche del Sr. Gobernador, y comprobaron la certeza de lo expuesto por mí en el escrito y  reconocieron que la denuncia contra mi tenía aquella razón de ser.

La denuncia judicial ya iniciada,  siguió adelante y ellos D. Luis Sacristán María y D. Angel Guillén Zanón, volvieron para ser testigos en mi defensa ante el Juez,  exponiendo que yo obedecía las órdenes que “por escrito me habían  dado, por tanto, de actitud personal impropia, no había nada.  El Juez, como queda recogido en los anteriores escritos, no lo tuvo en cuenta y solo se atuvo a la testificación  de un Guardia Civil,  solo yo fui condenado,  como está en los escritos.

Las consecuencias de aquello, también está señalado en esos escritos, el automático cese del Sr. Comisario de Aguas, D. Cesar Luaces Saavedra.  Su sustituto, D. Miguel Gómez Herrero supo la verdad de todo lo ocurrido, y no hizo más que tener un trato conmigo, más amable y conciliador, que agradecí, dado lo sufrido por mí  antes de llegar él.

Jubilado el Sr. Gómez Herrero  10 años después,  su sustituto D. Javier  Varela de Vega  era de los que componían aquella “camarilla” de actores de irregularidades en aquel servicio de la  Administración.   La actitud de proceder contra mí fue inmediata,  el intento de cogerme en un renuncio para expedientarme y hacerme desaparecer fue la consecuencia.  Como yo lo sabía, mi precaución fue la de actuar muy cuidadosamente e ir recopilando documentos, pruebas y testigos que en caso de ocurrir me salvara la situación.  Logré acumular documentos originales” que ni yo mismo sé hoy como los logré y tenerles dispuestos para si llegaba el caso, ¡que pronto llegó!   No solo uno, sino DOS EXPEDIENTES DISCIPLINARIOS,  se me notificaron el 11 de  enero de 1996, y su resolución administrativa, como estaba prevista fue la de EXPULSIÓN AUTOMÁTICA  DE EMPLEO Y SUELDO.

Dos actuaciones inmediatas por mi parte, el CERTIFICADO JURADO DE DOS TESTIGOS, -PROTAGONISTAS- de los hechos que denunciaba, contra los motivos de uno de los expedientes.  El mismo que se ¡hizo desaparecer! a petición del Abogado del Estado y defensor en la acusación ante el Procedimiento Judicial en Primera Instancia, pues peligraba originase una investigación judicial  paralela o alternativa y ese documento probaría la certeza de mi  exposición.

Y, poner en conocimiento del Ministerio a través de los Inspectores que actuaron la vez anterior, que habían tenido conocimiento de mi persecución y por ello me dieron confianza para dirigirme directamente a ellos. Inmediatamente volvieron a venir a ver todo lo que acontecía, siendo otros dos inspectores  los que vinieron, Sr. Carvajal y Sr. Vega,  pero con la misma actitud de apoyarme en mi defensa, de unos hechos que se demostraban falsos e injustos. A continuación vinieron otros dos Inspectores D. Andrés Villalobos y D. Luis  Gay   acompañados de un Ingeniero de Caminos del  mismo Ministerio, para que valorase los perjuicios ocasionados por  los hechos ya comprobados. En ese momento quien dirigía el Ministerio de Medio Ambiente, sustituto del anterior de Obras Públicas era Dña. Isabel Tocino Biscarolasaga, del Gobierno del PP. Sabia de las corrupciones que por aquellas fechas se estaban descubriendo.

Como ya tenía conocimiento de todo lo anterior conmigo, lo tomó más en serio, y me escribió hasta  DOS cartas, (que puedo mostrar),  pidiéndome que entregase los documentos originales” a los que yo me negaba entregar a nadie por desconfianza.  Con ellos y cumpliendo sus promesas, poco tiempo después se iniciaba un proceso Judicial en el Tribunal Superior  de Justicia de Castilla y León, en el que eran procesados cuatro ingenieros de la Confederación Hidrográfica del Duero.  El final de todo aquello ya está recogido en los escritos de este mismo apartado, a los que hago referencia.

Tengo que señalar otro hecho muy significativo en este relato que aquí expongo.

Con fecha “9-12-1985”, el Gobernador Civil de Valladolid, traspasa a la Comisaría de Aguas del Duero el telegrama que le ha enviado el Sr. Director General de la Inspección General de Servicios de la Administración Pública. Y con él la indicación de que sea pasado al Guarda Mayor de la 6ª Demarcación Francisco Delgado Sahagún, para que asista a una cita en dicha Dirección General. El texto del telegrama es:

“A Francisco Delgado Sahagún, que deberá personarse en la Inspección General.….de Madrid, c/ Serrano, nº 46 – 5º el próximo día 17 a las 12 horas”.
Lo recibo del Sr. Comisario de Aguas, D. Miguel Gómez Herrero, pocas fechas después de haberle cesado al anterior Sr.Luaces Saavedra, ¡¡DESTITUIDO!!.

En esa reunión que tuve con cuatro señores de esa dirección, al que solo conocía al Instructor Sr. Sacristán María, los otros tres por sus preguntas me hacían suponer eran altos cargos de ese departamento o de otros, como al final y después de casi dos horas me despidieron muy amablemente y ellos se quedaron reunidos, no tuve ocasión de haber preguntado al Sr. Sacristán quienes eran los otros. En la conversación sí observé que se citaban entre ellos con apellidos que yo reconocía como oídos a nivel informativo, de cargos importantes en el Gobierno.

Observa por la fecha de la cita, que esta se hacía a poco de comprobar que el Sr. Comisario había participado de la denuncia contra mí de unos regantes, en tanto él tenía guardadas las denuncias que me había mandado les pusiera.

Dos circunstancias intermedias.  En 1988,  el Ingeniero D. Donato Mayo Parámio con el que mantenía un buen grado de confianza, me preguntó: “¿es Vd. el que interviene en asuntos que nos llegan desde el  Ministerio de Madrid, que están creando problemas en la Comisaría de Aguas?”  Con muchas reservas le dije, ¡SÍ!  “Es que allí se piensa en Vd. por los datos que traen para una investigación certera, pero no se cree que pueda tener tanta influencia”.

En 1998, Los periódicos de Valladolid, el Norte y La Crónica,  insistían en culpar al nuevo Presidente de la Confederación H. Duero, D. Antonio Alonso Burgos, –que había sustituido al anterior, Sr. De la Guía Cruz-, que  era  quien había puesto en manos de la Justicia todos los temas que se veían en aquellos procedimientos judiciales. Nadie podía sospechar que fuera por culpa de un empleado de tan baja calificación respecto a ellos. De haberlo sabido o sospechado yo habría tenido el peligro o riesgo del que me advirtieron los citados inspectores que me dijeron: tenga mucho cuidado y precaución, pueden atentar contra Vd”, advertencia que agradecí, atendí y observé.

Tuve una entrevista con el Sr. Alonso Burgos a petición mía, queriendo aclararle algunas cosas, no me las admitió  y se mostro muy, MUY ENOJADO conmigo, él sabía que las referencias que hacía  la prensa no le correspondían a él  y eso le molestaba. “Le advertí que ya no estaba sometido a su disciplina”, cuando me dirigió palabras impropias, que de inmediato  rectificó y se disculpó.

Pensaba mostrarle algunas de las pruebas y documentos originales, que habían visto los distintos inspectores venidos desde el Ministerio, creyendo que estaba dispuesto a erradicar esos comportamientos. No me hubiese importado habérselos entregado, pero no me dio opción.  Vi que estaba más con los infractores que conmigo,  en  la intención de corregirlos.  Entre otros le llevaba la devolución del dinero injustamente cobrado, por el Ingeniero D. Luis Espinosa Eguizabal,  que yo provoqué y del que llevaba los “resguardos originales”, de aquella devolución.  Se habían cobrado por legalizar un aprovechamiento de aguas del río Esla en Ardón,  autorizado ya,  más de una década anterior y que hizo creer lo había gestionado él. (Autorización que también intenté mostrarle).  Durante una investigación posterior desde el Ministerio,  falleció este señor por causa de un infarto.

Puedo ofrecer a quien me lo pida algunas fotocopias de esos documentos.

Creo que todo lo expuesto sirva a quienes estén interesados en el tema, para saber lo que ocurrió con más detalle, de lo que hasta aquí había podido contar.

León, a  25 de noviembre de 2016

Francisco  Delgado Sahagún
fradesa@ono.com

Showing 5 comments
  • anamaria1914@hotmail.es'
    ANA MARIA
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    Paco, no sabes como me alegra poder revivir de nuevo toda esta historia,…..

    Es para contarla y no creerla, pero sí, siempre así la has contado doy fe de ello..

    Estas distraído montando, desmontando, abriendo páginas,…..estos ratos de asueto son divinos, pues estas en tu mundo..

    QUE TENGAS UNA BONITA NAVIDAD, LLENA DE HERMOSOS RECUERDOS, PUES TIENES UNA VIDA TAN , PERO…TAN LLENA, QUE NO TIENES NI UN MINUTO PARA ABURRIRTE¡¡…….CONTIGO, HE APRENDIDO MUCHO, QUIERO LO SEPAS¡¡¡

    ANA MARIA.

  • gerfersah@gmail.com'
    Gerardo Fernández
    Responder

    Gracias por la completa aclaración. Siempre se encuentra uno con personas que aunque no puedan ejercer en todo, al menos parecen honradas.
    Ojala la vida no sea una continua lucha de unos CONTRA otros.
    El tiempo, a veces, pone a las personas y cosas en su sitio.
    Abrazos

  • terevaldavida@yahoo.es'
    Tere V.
    Responder

    Después de mucho tiempo has logrado aclarar y contar toda la verdad.
    El tiempo y los Juzgados dieron a conocer la verdad de todo.
    Me alegro.
    Saludos.

  • anamaria1914@hotmail.es'
    Ana Maria
    Responder

    Bueos días Paco¡¡¡

    …Que pienso yo si toda la documentación que tienes tan válida para la historia que ha ocurrido siendo real…….en lugar de destruirla, ..no la aceptaría alguna biblioteca pública como prueba válida de lo sucedido….

    ….No es lo mismo contar las cosas de palabra que enseñarlo con pruebas documentales…

    …Un abrazo y un buen fin de semana¡¡

    …ANA MARIA.

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