En el pasado relato de  “Hecho insólito” exponía lo que me había sucedido al final de mi vida profesional y de cómo se había resuelto a mi favor  de manera sorprendente. Y  de ahí que lo calificara como  “insólito”.

Hoy voy a añadir  a aquel relato, algo que después de 20 años transcurridos, puedo comentar y dar a conocer, aunque habrá quien considere que es un poco arriesgado tanta y tan detallada información.

Lo primero de lo que puedo sentirme satisfecho es que respondí, a poco de concluir mi actividad (ya rescindido el contrato y jubilado), a quienes se propusieron  destruirme,  eliminarme  o apartarme de mi profesión  y trabajo, con la tarjeta que aquí muestro, y la nota al dorso.

Debo nombrar a quienes se la envié.

1º  A mi jefe inmediato D. Agustín Sanz Muñoz, que fue quien me dio la orden de palabra y que al pedirle me la diera por escrito, me respondió:  “se lo digo yo y vale”. El tiempo que él llevaba en el cargo eran dos años, yo  38. Su soberbia debió cegarle.

2º  Al Comisario de Aguas D. Javier Varela de Vega,  el cual llevaba en el cargo nueve meses. Antes de llegar a él,  yo le había impedido que cobrase una gran  cantidad de dinero a una Comunidad de Regantes de la ribera del Esla por una gestión y los trámites para una concesión de aguas, que allí y ellos mismos concedían. Condición que hacía que estuviera prohibido  intervenir en la tramitación de esas concesiones.   Evité dicho atropello y aun hoy no recuerdo como me pude hacer con los documentos “originales”, no fotocopias que lo confirmaban y que fueron mostrados a los  Inspectores del Ministerio, a los que también sorprendió que hubiera conseguido tanta documentación original. Les dije que eso y cosas parecidas me habían obligado a tener  especial cuidado y estar prevenido para este posible ataque, como así ocurrió.   Un documento original sí me le exigieron y sí acepté a dársele, al decirme para qué le necesitaban, en contra de lo que hasta entonces había hecho negándome a dárselos. Yo me quedé en ese caso con la fotocopia y sí pude comprobar  muy pronto que hicieron honor a sus palabras y promesas.

3º Al Instructor de los expedientes disciplinarios D. Martín Burgui Muñoz,  venido desde Madrid para dar la apariencia de que todo se hacía con imparcialidad.  A los testigos que eran mis propios compañeros de trabajo, se les había indicado previamente lo que debían decir, tanto en la instrucción administrativa, como en la judicial y las recompensas que por ello iban a tener. A uno sin currículum ni antigüedad para obtenerlo, ni someterse a oposición, se le dio a dedo el más alto cargo al  que podía llegar  y con varios ascensos de una sola tacada. Lo que manifestó en el juicio fue tal como se lo habían programado. Por ello el Juez comentó con sus colaboradores:  “La mejor defensa que ha tenido ha sido la de estos testigos compañeros, que por justificar la acusación han sido capaces de declarar en perjuicio y desprestigio de su colectivo”.   Al otro testigo  que sí pasó por la oposición  a una que se presentó y la  ¡suspendió!     Le ofrecieron que se volviera a presentar   una  segunda vez,  para en esta ocasión  ya  ¡darle el  aprobado!

Algunas de las afirmaciones señaladas  por la resolución administrativa de los expedientes, merecían ser reproducidas aquí para que se viera la parcialidad  tan descarada  y el absurdo de sus expresiones. No puedo extenderme para explicar tanta barbaridad escrita.

4º  Al ya expresidente  D.  Jose Mª de la Guía Cruz,  también se la envié sabiendo y considerando que él  solo confirmó con su firma lo que los otros le propusieron  o quizá se lo exigieron, por ser el más alto cargo de la Confederación Hidrográfica del Duero.  Él fue el que avaló  todo el atropello que me ocasionaron.  Pero siempre le consideré no iniciador de los expedientes por suponer que su opinión personal  no los apoyaba.    Supe que había dado un  consejo a mi favor  a quien me ofreció apoyo y me lo brindó y que fue fundamental en el juicio.   Por ello que cuando pasaron 10 años  desde el inicio de los expedientes,  aprovechando las fiestas navideñas de 2006 y 2007, le dirigí  sendas cartas en las que además de expresarle mis buenos deseos para él y su familia le decía que yo tenía más motivos de agradecimientos  hacia él,  que de enojo.  Le detallaba algunos de esos motivos y me ofrecía a decirle cuales eran los otros, así como expresarle  las causas por las que yo había estado preocupado de que me pudieran atacar,  debido a mis múltiples denuncias  hacia los que obraban  de forma, ilegal, fraudulenta y corrupta,     y que estaba seguro que él desconocería,  porque no concebía que él las estuviera ocultando o  tolerando. Todo ello me hizo tomar mis precauciones  que llegado este momento como queda de manifiesto  me sirvieron para defenderme y que al final de todos estos procesos fueran tan favorables para mí.  La manifestación del mismo Juez Instructor fue, como ya he  dicho: “es una locura expedientar por desobediencia una orden dada de palabra…que además incumple la Ley”, “el expedientado actuó, “¡¡¡ESCRUPULOSAMENTE BIEN!!!”.

Sé, por una secretaria del Juzgado, que me lo contó, que el Juez dijo:  “deberían ser los directivos  que  han llevado a esta sentencia del pago de indemnización  de más de 10´50 millones quienes les pagaran por incompetentes y no el Estado.   Paso al otro expediente y despido.    El abogado del Estado optó por retirarlo del procedimiento judicial.

Una breve descripción hará que se entienda mejor.   El Presidente del pueblo de Armellada, vino a la oficina desplazada de la Confederación H. del Duero  en León, a solicitar autorización para hacer un pozo para abastecimiento del pueblo.  Requería en aquel momento unos trámites burocráticos que se hacían GRATIS en las mismas oficinas. Se trataba de cubrir un impreso y acompañarle con un croquis del lugar en que estaría emplazado.  La máxima autoridad de dicha oficina, ¡¡¡natural de ese pueblo!!! D. Antonio López Peláez,  le dio una nota y le mandó fuera al bufete de otro ingeniero amigo que figuraba en ella, de forma particular se lo podría hacer.   Este profesional se ofreció hacerlo previo pago de 100.000 pts. Año 1995.   No pudieron encargarlo,  entre otras cosas porque no disponían de ese dinero.

Visitando el pueblo, acompañado del Guarda  de Distrito que después declaró en mi contra, nos vemos con el Presidente y  nos cuenta lo sucedido, que en el Juzgado todo lo NEGÓ mi acompañante.   Le propongo yo al presidente que de nuevo lo intente y le doy una nota como ahora lo debe hacer.   Rellenan los papeles y les presentan como debían haber hecho antes, en las mismas oficinas y,,, ¡¡gratuitamente!    a la vez envío yo un escrito al Sr. Comisario de Aguas manifestando, de forma muy expresiva mi enfado por que el trabajo que nosotros teníamos que hacer,  había que unir las dificultades que estos entremetimientos tan perjudiciales ocasionaban y que producían desánimo, en quienes debían hacer las tramitaciones que la legalidad exigía y que nosotros teníamos que recomendar y en algunos casos exigir.   Cuando se me expedienta, en este caso porque estiman que mi escrito denota falsedad, calumnias, injurias, difamación, etc. Y unas cuantas cosas más,  no tuve más que ir a dicho presidente a pedirle su apoyo para mi defensa.  Inmediatamente me ofreció lo que necesitara, agradecido por haber podido hacer el pozo sin más gastos que los normales de la tramitación oficial que creo fue de un as 3.500 pts.          Optamos por hacer una declaración jurada de él y su secretaria presente cuando acudí a pedirle ayuda ella misma se ofreció e  incluso dispuestos a testificar en el juicio si ello fuera necesario.

Viendo esto el Abogado del Estado que lo defendía es lo que le aconsejó retirarlo del  sumario, de haber seguido el Juez podría haberle abierto un proceso de oficio o en causa paralela ya que estaba clara la falsedad que motivó el expediente.  Al ingeniero que motivó todo este asunto el Sr. López Peláez y contrario a lo que cualquier persona ¡¡hubiera hecho por su pueblo!! no se le recriminó su comportamiento.   Supongo que él en caso de que se le hubiera preguntado habría descargado la responsabilidad en el profesional  “amigo” que quiso cobrar tanto dinero, pero no tuvo en cuenta que allí se hacía ¡gratis! los trámites de solicitud.  Quien me acompañaba se sintió tan molesto como yo, porque nuestra labor de vigilancia y control de los aprovechamientos hidráulicos, se veían condicionados por estas intromisiones, que desanimaban a hacer las legalizaciones.   Y eso por la misma autoridad que debía evitarlo. Despues en el juicio dijo todo lo contrario además de negarlo.

Habrá quien al leer esto y el anterior relato de “Hecho insólitose pregunte: ¿Y qué fue lo que se le dijo de palabra y dice que era ilegal por lo que exigía se lo dieran por escrito? En el año 1995 fue un año muy seco y se envió una circular en la que se programaban restricciones  de riego.  Se nos ¡¡ordenó!! Que a quien no cumpliese con esa ¡prohibición de regar se le denunciase!!  ¡Yo me negué a ello!   La Ley de Aguas e 1985 en su artículo 56 indica, -resumiendo- que…”en casos de emergencias por sequias, se podrá disponer de restricciones en los usos del agua, pero deberá ser aprobada en Consejo de Ministros con carácter de Ley y por tiempos limitados”. Téngase en cuenta que se trata de un derecho constitucional.

En la comparecencia ante el Consejo que por rebeldía se me hizo en la Confederación el 26 de junio de 1995 se lo indiqué a los cinco altos cargos que me “examinaban de esa rebeldía”, incluso

postal-y-burro
Showing 2 comments
  • gerfersah@gmail.com'
    Gerardo Fernández
    Responder

    Muy bien por la aclaración dando nombres como corresponde. Ojalá cundiera el ejemplo.

  • anamaria1914@hotmail.es'
    ANA MARIA
    Responder

    Ojalá cundiera el ejemplo Paco, pues todavía los hay de muy cazurlos¡¡¡¡¡

    …Tan cazurlos son que aún acompañan a la Susanita como si fuese una muñeca de porcelana, y,……..mira me gusta poco esa mujer, ya que por un lado u otro, la meterá¡¡¡
    …Me ha encantado leerte, como siempre¡¡

    …Un abrazo¡¡¡

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