N. García Nieto (*)

I.- UBICACIÓN

En una extensa llanura,
agreste, fecunda y rica,
está Castil situado,
en el sur de la provincia.
Es humilde núcleo urbano
de las tierras palentinas,
sito en el corazón mismo
en zona terracampina.

Villarramiel está al norte;
es su ciudad distinguida,
(aunque amigas no han sido
a lo largo de sus vidas).

Limítrofe, al sur, Belmonte,
buena ciudad y vecina,
dista cinco kilómetros
en dirección a Medina.

Al saliente, está Boada
con Meneses y Capillas,
campos sólo separados
por el Canal de Castilla.

Tamariz, Villabaruz
y Gatón, por la otra orilla;
tierras pucelanas, todas,
estimadas y queridas.

Dos esclusas, – casi tres-,
riega el canal de esta villa:
La Tercera y La Cuarta
(por muy poquito, La Quinta),
sus tierras y sus sembrados,
las parcelas y campiña.
Sus mansas aguas surcaron
barcazas con mercancías,
escluseros y barqueros,
arreando bien las mulillas

II.- ABOLENGO

Del CONDE VELA y sus hijos
viene a Castil la hidalguía:
– Don Vela, Conde de Alava,
fundó, al parecer, la villa;
Don Diego, Iñigo y Rodrigo
– los tres hijos que él tenía –
estos campos, con coraje,
gran valor y nombradía
su memoria, aquí, dejaron
de hazañas y tropelías.

– El sustantivo, “Castil”,
le viene por ser vigía
el elevado “castillo”,
donde todo se veía,
atalaya y fortaleza,
hoy en estado de ruina.

Así en su nombre reúne,
esta pequeñita villa
el origen de su historia,
fundadores y semilla.

Todo reunido y símbolo
en un castillo que había,
cual fortaleza del pueblo,
salto y seña, vela y guía.

Hazañas y grandes nombres
no hay constancia entre sus filas,
pero presumir bien puede
de gentes nobles, sencillas…:
que con esfuerzo y sudor,
por pagos y por colinas
labraron en estos campos
nuestro pan de cada día.

Las gentes de este terruño
como la espiga en Castilla:
– De raíces son profundas;
– aguanta el viento y la brisa;
– con áureo y curtido aspecto;
– laboriosa en la trilla;
– de fruto rico y valioso,
– con el cielo por sombrilla…:
¡¡Hondas raíces en surco
y elevándose hacia arriba!!.

Con mejor o peor fortuna
rigieron esta alcaldía,
en los últimos cien años,
si no me falla la lista:
Cesáreo, Juan, Antonino,
Herrero, Honorato, Romo,
Ursinio;…Y ya, al día:
M. Pérez y L. G. Sahagún.

Fueron curas de valía:
Don Miguel y Don Ricardo;
Don Tito y David García,
el último que en el pueblo
vivió y aquí residía.
Después, muchos ya han sido
que la parroquia atendían:
Carmelo, Carlos, Julián
Rafa, César,… Y hoy la cuida
el querido Jesús Cano,
nacido, ahí, en Frechilla…

La lista de los maestros
en dos escuelas que había
no puedo bien recordar,
es larga, cuasi infinita.
A todos ellos gratitud,
la tienen bien merecida,
nos enseñaron a todos
a caminar por la vida.

Mas preciso es recordar
por su prestancia y valía
a Doña Pilar Villazan,
de todos la más querida;
junto a ella muchas otras:
Maria Antonia y Valentina,
Nati, Belén,… Muchas, muchas,…

Como maestros cabría
recordar a: Don Rodrigo,
Fermín, Pedro, Diego, Inda;
Celestino, Emilio, Carlos,…
En fín, larga es la tira,…
A otros dignos maestros
preciso añadir sería,
hasta los años setenta
que puso fin a la lista,…
Fue la Ley Villar Palasí
la que escuelas suprimía.

Los hoy grupos escolares
suprimieron, enseguida,
a nuestros dignos maestros
y sus escuelas queridas.
Con ello se quedó el pueblo
sin sus niños ni alegría.

III. ACTIVIDAD

Tareas de sementera,
del arado y de la trilla,
son la ocupación más noble
y un afán en demasía.

Campos de trigo y cebada
de alfalfa y algunas viñas,
remolacha, girasol,…
Son su riqueza y valía.

Arduas y duras tareas,
– hay que doblar las costillas -,
al recoger con esfuerzo
esas preciadas espigas
que en buen pan se tornarán,
en la artesa haciendo harina.

No hay pan más sabroso y rico,
por buena que sea la espiga,
que el que con sudor y esfuerzo
amasado es en la trilla .

Arar, labrar, cosechar
y recolectar gavillas,
ocupación que supone
la dura y diaria rutina.

Grandes atajos de ovejas,
-sean churras o merinas-,
transitaron por rastrojos
buscando pasto y comida,
aportando lana, queso
y el lechazo de Castilla (“langosta de Castilla”).

Además de labradores,
pastores también había;
y entre otros menesteres
aquí oficios se ejercían:
Herrero y guarnicionero,
panadero y frutería;
un buen grupo de albañiles,
cartero y hasta modista;
dos peones camineros;
guarda jurado existía;
médico y veterinario;
baile, tienda y dos cantinas.

…. ¡Ah!, también, cría de patos,
conejos, cerdos, gallinas,…
Sabrosas tajadas de olla,
buen jamón, mejores jijas,…

Todo ello era afán y obra,
de auténtica artesanía,
de las mujeres del pueblo
– ¡ lo mejor que aquí había! -.
todas abnegadas, guapas,
estilosas, femeninas, ….

Nunca, jamás, desertaron
de aguja, artesa y cocina;
del estropajo y la escoba,
y la trébede encendida.

IV. FIESTAS

Son las fiestas patronales,
alegres y distendidas,
con peñas y pasacalles,
y en la plaza charanguita;
incluso, en pasados tiempos,
se toreaban vaquillas.

– Veintinueve de septiembre
SAN MIGUEL, Patrono, grita:
-“Quien como Dios?”, – nos recuerda –;
y en procesión se desfila
recorriendo todo el pueblo,
mientras campanas repican;
los cohetes al cielo suben,
con acordes, chirimías,…

– El primer día de marzo,
en Villalinvierno-ermita,
al CRISTO, BENDITO, se honra
(otros, “EL ANGEL” , nominan),
al son de bombo y platillo
en solemne romería.
Otrora los huevos duros,
la tortilla y la sangría,
en merienda de hermandad,
alegres y en armonía,
con tamboril y dulzaina
amistad se compartía.

…¡¡Sepan bien cuantos nos oigan!!…:
¡Si a Castil vas algún día,
vete con gran confianza,
que son personas muy finas
y tratan con elegancia!.

V. TRADICIONES y COSTUMBRES

– Por enero, eran Los Quintos”;
en San Antón, correr cintas,
con pollinos y caballos
al son de refranes, rimas….

– En febrero, por San Blas,
con cascabeles y esquilas,
corrían el pueblo “chiguitos”
dando al cencerro, a porfía.
Mientras, las niñas del pueblo,
sin ver, cacharros rompían.

– Semana Santa: Matracas,
chapas, víacrucis, vigilias …
Y en tiempo ya de la pascua:
bollos, picachas, rosquillas,…

– La Cruz de Mayo llegada,
los niños de merendilla
degustando arroz con leche,
flan de huevo; y con natillas,…

– En honor de San Isidro,
de la Hermandad de la villa
patrón querido y honrado,
de agricultores envidia:
La bendición de los campos
de cosechas y de espigas.

– También, en mayo, a la Virgen:
Flores, versos y poesías,…
Con magna celebración
de las Hijas de María.

– En fecha Quince de Agosto,
La Asunción, ese gran día,
en el honor de San Roque,
gran hoguera se prendía;
con tobas y trastos viejos,
que chisporroteando, ardían.

– Comenzado el mes de octubre,
la vendimia nos traía
uvas, mostos, lagarejos,…
por los majuelos y viñas…

– Noviembre: Todos los Santos
y las Ánimas Benditas.
Sonando toda la noche
campanas, tristes, tañían,
en recuerdo de los muertos,
pasados ya a mejor vida;
en el cementerio flores
y alguna lágrima viva

– En navidad, el belén,
en ambiente de alegría
con pastores y zagales,
zambombas y chirimías
villancicos se cantaban
y turrones se comían;
con “La Misa Pastorella”
la liturgia revivía
solemnizando las fiestas
pandereta y campanillas

VI. CONCLUSIÓN

Todo esto ha sido narrado,
con detalle y torpe rima,
para, así, dejar constancia
del pasado de esta villa.
Que los nuevos Castilenses,
recordando estas letrillas,
todo el mundo bien recuerde
cuanto en Castil ocurría…

Quien de niño esto vivió,
y hoy recuerda con envidia,
de ello deja fiel constancia
firmándolo, N. García

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(*) Este Romance a Castil, ligeramente retocado, fue compuesto por el, entonces, alumno de Bachillerato, Narciso García Nieto, hijo del pueblo, en el año 1961

AYES POR CASTIL: ¡¡ CUÁNTO TE QUIERO!!

¡Ay, Castil, de mis amores!…
¡Ay, Castil, de mis desvelos!…
Poco a poco y en jirones
te veo viniendo a menos.

¡Ay, Castil de mis temores
de nostalgias y recuerdos!…
Siento por dentro temblores
cuando en ti, muy triste, pienso.

¡Ay Castil, qué sinsabores,
al evocar otros tiempos!
Lo que fuiste en mis albores
se quedó en mero recuerdo,…

¡ Ay Castil, vientos mejores
por tus pagos recorrieron:
Marchítanse ya tus flores,
todo se lo lleva el cierzo (todo lo agostó el cierzo)

¡ Ay Castil de mis loores,
de mi infancia y de otros tiempos!
¡Cómo se van los mayores!….
¡Cómo me duelen tus muertos!…..

¡ Ay Castil, tus labradores
van quedando sin relevo,
¿Quién hará, pues, las labores
del verano y del invierno?

¿Dónde encontrar nuevo horizonte?
¿Cómo ponerle a esto el freno?
Una nueva luz ¿por dónde
llegará muy rauda, luego?

¡¡AY, AY, AY, CASTIL,….CASTIL!!!, …:

¡¡Cómo veo que agonizas
sin poder poner remedio!!…
¡¡Adelante!!: ¡¡ No te rindas!!
¡Por favor, yo te lo ruego!…

Te lo digo hasta con rima,
como un suspiro y lamento:
¡¡Resurge, te digo: ¡¡ARRIBA!!,
contra la marea y viento.

En mi alma llevo una herida,
en ella te llevo dentro,…
alto al desangrarse grita:
¡¡¡¡Ay Castil, cuánto te quiero!!!!…

Narciso García Nieto

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