Cuando en 1998, inicie mi colaboración en la Revista La Solana, mi intención y de quienes me invitaron, fue la de exponer para los del futuro de mi pueblo, las cosas que habían sucedido en él y las que se habían contado en el Rincón de la Iglesia, que merecía la pena se conocieran.
Así sucedió en los primeros años, pero pasados más de 20 y ampliada la divulgación por Internet en mi web, y acabados los principales temas que relatar, he tenido que abrir a otros de índole muy diferente, siempre que representara una visión objetiva y aleccionadora para el presente de nuestra sociedad, aun que algunos puedan pertenecer a mí ámbito personal o reservado a los colectivos de los que se trate.
Nunca pensé llegaría a tratar el asunto del que me voy a ocupar en este relato:
Estamos en una actualidad, poco comprensible para los que nos iniciamos antes de los años 40 del siglo pasado, todo se cuestiona y se invierte en su valoración ética, se dan versiones distintas por las mismas personas, según quien sea el ejecutor de determinados hechos.
Me refiero al valor de la vida humana y hasta animal, que se pretende equiparar, se da como aceptable, que a un animal no se le puede dañar o sacrificar. En cambio, esos mismos reclaman con virulencia el “derecho de la mujer” a que “aborte” a un ser humano antes de nacer. En el año 1985, se dictó una Ley que contemplaba, tres casos de ser “despenalizados” por razones humanitarias, dadas las consecuencias que en ellos se producían. Yo lo acepto en función de la libertad de cada persona que lo ejecuta. Pero pareciendo poco para algunos, el año 2010, se amplió y dicha Ley legisló a favor, con la sola limitación de plazos para llevarlo a cabo, con ánimo de no ser muy rigurosos en su cumplimiento, lo que equivaldría a “vía libre al aborto”.
Ha sucedido de manera sorprendente que la película de “Campeones”, con enorme éxito y premiada con un Goya, haya sido protagonizada por personas con discapacidad, y en el acto de entrega del premio, un protagonista se manifestara de forma contundente contra el “aborto”, ya que él, se considera habría sido anulado, si las ideologías actuales hubieran existido en el momento de su nacimiento. ¡Oh sorpresa!, algunos de los que lo pedían con insistencia, se vieron afectados por la emoción del momento, y se mostraron de acuerdo y apoyaron la declaración hecha desde el escenario del acto social desde el que se proclamaba la “oposición al aborto”. ¿Es normal esa hipocresía en la opinión, poniéndola en función del momento y de quien lo proclame?
Esto me lleva al objetivo de este mi comentario. Cuando nació mi hijo Luis Miguel, -Mimi- en el año 70, se sabía solo en el momento de nacer, si era niño o niña, si era normal o padecía alguna deficiencia, si era rubio o moreno, etc. No había otra opción de anticipación a esos conocimientos. Además de no ser legal y estar penalizado el aborto, no habría existido opción a la Ley de haber existido la del 85.
Mi esposa y yo, cuando nos comunicaron en el nacimiento que nuestro hijo era, como entonces se denominaba, “a los nativos en un país o región asiática”, que pronto fue sustituido por otro más entendible, lo aceptamos, sin ninguna manifestación en contra, aun que en los primeros momentos la decepción surgía de manera natural, pero pronto pudimos creer que el físico del niño, -que os muestro a continuación-, como las informaciones que nos daban los doctores, aliviaron nuestros primeros disgustos pensando, “no puede ser,.. es tan guapo”, criterio que compartían los abuel@s, y así recorrimos los tiempos en las que le hicieron pruebas y más pruebas, hasta que nos confirmaron los diagnósticos que nos habían anticipado, pero para entonces, ya nos habíamos convencido que era ¡¡muy guapo!! Y ya nos habíamos acostumbrado a quererle, como se ama a los hijos cuando llegan, ya no nos impactó tanto como la noticia inicial.
Si cada una tiene la libertad de decidir al respecto, nosotros orgullosos de un hijo con el que nos hemos dado mutuamente, mucho cariño, y nos proporcionamos mucha felicidad y siguiendo en aquel concepto de entonces, de que ”un hijo guapo, no podía ser deficiente”, error del que no queremos apearnos. ¡Aun que reconocemos la realidad! ¡Somos muy felices con él!
León, 21 Marzo 2019
Francisco Delgado Sahagún
Me debo a quien me vista y me lee, que según me informa la aplicación que me dice las visitas que me hacen, son muchas, más de las que podría pretender y de sitios alejados y también próximos. Pienso que alguno se preguntará, y «¿qué deficiencia tiene esta persona que por sus fotos parece debería se poca?» Pues para aclararlo os respondo.
La primera vez que le hicieron un estudio de su «código intelectual», fue a los 5 años, y dio según el especialista que se lo tomó, del 65%. Entonces ya había demostrado que andar lo hizo a los 8 meses, casi normalidad. Sucedía un hecho curioso, en el primer año de andar, si se caía, se apoyaba en manos y pies, pero de ahí no se incorporaba a ponerse de pie. Hablar con normalidad no lo ha hecho nunca, han sido palabras no de forma adecuada, sino 8 ó 10 repetitivas, las demás pocas e ininteligibles. Para otras cosas es autónomo. Con esto creo os aclare las dudas que pudieran surgiros. En el apartado FOTOS nº 2 hay otras 4 fotos que podéis ver. Saludos.
Tu hijo Mimi es un hijo de Dios como tú y como yo y por lo tanto,su vida sólo debe depender de su voluntad divina. Un abrazo.
….Cuantas veces hemos hablada de él Paco, y, es una verdadera joya, que siempre te ha dado muchísima vida y cariño¡¡¡……En la forma que has sabido moverte y también con la suerte que tiene de sus hermanos……sabes que el día que faltéis, está más que protegido, cosa más que importante, ya que está protegido hasta que falte, cosa de mucho privilegio….
….Y, es todo un orgullo poder hablar de él, y su porvenir pues en la forma que todo se está poniendo…..no me gusta nada el porvenir que se está avecinando¡¡
……Un abrazo¡¡¡
Hola Paco. Comparto contigo tu comentario sobre esa hipocresía existente en la sociedad, que cambia fácilmente de opinión en función del sitio y del momento.
Y espero que sigáis disfrutando mucho tiempo de ese cariño y felicidad que compartís en la familia.
Saludos.